Algo de historia


La Casa La Aldaba en Los Realejos es una joya histórica que ha sido testigo de los cambios a lo largo de los siglos. Su historia se remonta a los tiempos en que era conocida como Finca Callado, una pequeña extensión de tierra que se utilizaba principalmente para la agricultura y la ganadería en la parte alta de lo que era entonces el Realejo Alto, en Tenerife, en las Islas Canarias.




En el siglo XVIII, la finca pasó a manos de la familia Cháves, quienes comenzaron a construir una majestuosa casa señorial en medio de los frondosos campos y terrazas de cultivo. Esta casa, con su imponente arquitectura canaria, se convirtió en un punto de referencia en la zona y rápidamente adquirió fama por su belleza y elegancia.


La Finca Callado siempre permaneció en manos de la misma familia, y a lo largo de los años, Casa La Aldaba fue testigo de acontecimientos históricos, cambios políticos y sociales, evolucionando junto con el municipio de Los Realejos. 

 

Hoy en día, le hemos dado el nombre de "La Aldaba" en referencia a la icónica aldaba que adornaba la puerta principal. Esta aldaba, una pieza de hierro forjado bellamente decorada, se convirtió en el emblema de la casa y una muestra de la artesanía local. Se convirtió en un centro de encuentro para la alta sociedad local y un lugar donde se celebraban eventos culturales y sociales en diferentes épocas.

Casa La Aldaba sigue en pie como un museo y un testimonio vivo de la rica historia de Los Realejos. Su patio central y su arquitectura tradicional canaria son una ventana al pasado, recordándonos la importancia de preservar nuestro patrimonio histórico y cultural. La aldaba en su puerta sigue siendo un símbolo de bienvenida, invitando a visitantes de todo el mundo a descubrir la historia y la belleza de este lugar icónico.



Para más información y fechas disponibles.

casalaaldaba@gmail.com